El Camino Breve

La idea de que debemos esperar y esperar mientras avanzamos lentamente de la esclavitud a la liberación, de la ignorancia al conocimiento, de las actuales limitaciones a una unión futura con el Divino, sólo es verdadera si dejamos que así sea. Pero no siempre tiene que ser así. Podemos sustituir la identificació n con el ego por la identificació n con el Yo Superior en nuestro modo de pensar habitual, en nuestras reacciones y actitudes diarias, en nuestra respuesta a los acontecimientos de la vida y al mundo.

Paul Brunton nos dice que, con el pensamiento, creamos el camino hacia ese estado insatisfactorio. Y que, si queremos, podemos "deshacer" ese camino, es decir, dejar de "pensarlo", y así salir de él. Es por medio del recuerdo incesante de lo que somos de hecho aquí y ahora, en este exacto momento, que nos liberamos a nosotros mismos. ¿Por qué entonces esperar aquello que ya es?

Tomar conciencia de ello es lo que podemos denominar CAMINO BREVE para el encuentro de la realidad de nuestro ser, camino que comienza y termina con la meta propiamente dicha. Es directo e inmediato.

En nuestra más profunda naturaleza estamos anclados en Dios, somos inseparables de Él. Descubrir esa naturaleza celestial es la más elevada y noble meta de la vida. En este exacto instante, ahora, hoy, somos tan divinos como siempre lo seremos. No se necesita realizar una larga y penosa ascensión evolutiva si mantenemos siempre viva con nosotros esa verdad, si nos rehusamos a dejarla fenecer, si la hacemos nuestra en todas las partes del ser - en pensamiento, sentimiento, fe y acción.

Fuente: Boletín SEÑALES - de Figueira