En cierta ocasión, durante un seminario para matrimonios, le preguntaron a una mujer: ¿Te hace feliz tu esposo?... ¿Realmente te hace feliz?
En ese momento, el esposo levantó ligeramente el cuello, en señal de seguridad. Sabía que su esposa diría que sí, pues ella jamás se había quejado durante su matrimonio.
Sin embargo la esposa respondió con un rotundo ¡No!... ¡No me hace feliz!
Y ante el asombro del marido... continuó: No me hace feliz... ¡YO SOY FELIZ!...
El que yo sea feliz o no, eso no depende de él, sino de mí.
Yo soy la única persona de quien depende mi felicidad.
Yo decido ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida, pues si mi felicidad dependiera de alguna persona, cosa ó circunstancia sobre la faz de esta tierra, yo estaría en serios problemas.
Todo lo que existe en esta vida, cambia continuamente... El ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el amor placeres, etc. y así podría hacer una lista interminable.
A través de toda mi vida, he aprendido algo: decido ser feliz y lo demás lo llamo... Experiencias, amar, perdonar, ayudar, comprender, aceptar, escuchar, consolar.
Hay gente que dice:
No puedo ser feliz... porque tengo esta enfermedad, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque alguien me insultó, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró...
Pero... lo que no sabes es que... PUEDES SER FELIZ... aunque tengas una enfermedad, aunque haga calor, aunque no tengas dinero, aunque alguien te haya insultado, aunque alguien no te amó, o no te haya valorado.
SER FELIZ ES UNA ACTITUD ANTE LA VIDA, QUE CADA QUIEN DECIDE!!!
De que seas feliz, se lo debes a Dios; de que continúes siéndolo, te lo debes a ti mismo.
(J. Melton)
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