lunes, marzo 24, 2008

La autogestación


Somos ovíparos. Psicológica y espiritualmente, es así. Veamos este símbolo a partir del significado de esta semana especial: el huevo de Pascuas representa muchas cosas, pero queremos subrayar una en particular que es LA AUTO-GESTACIÓN. Íntimamente, en lo invisible, todos nacemos de un huevo, pero no sólo una vez, sino una y otra vez, una y otra vez: habitamos una estructura que nos contiene y nos alimenta, hasta tanto estamos en condiciones de, desde adentro, quebrarla para ser individuos más autónomos, más lúcidos y sensibles, determinados por sí mismos y no por lo meramente aprendido desde afuera. Dijo Herman Hesse en "Demian": "El pájaro rompe el cascarón. El huevo es el mundo. El que quiere nacer tiene que romper un mundo." Eso es lo que puede hacer que cada día sea una pequeña Pascua, pues "Pascuas" significa "paso": paso de un estado más primitivo a otro más evolucionado.

Todos en nuestra yema tenemos una fuerza auto-actualizante que nos empuja a desarrollarnos: a expresar mayor plenitud, mayor honestidad, mayor claridad interna, mayor compasión... La Psicología se fundamentó durante demasiado tiempo en poner el acento en los aspectos enfermos del ser humano. Sin embargo, poco a poco va virando hacia contemplar ese otro tipo de proceso: el que transita la gente evolucionante, los que rompen el cascarón de sus sucesivos huevos, abdicando de la comodidad de lo viejo para atreverse a lo inexplorado, a aquello que aún no somos, pero que estamos llamados a ser. Desde esa audacia un nuevo mundo es creado ante nuestra percepción, y podemos ir re-eligiendo nuestra vida, simplemente porque somos más dueños de ella.

Hay quienes viven siendo pre-pájaros, pues no han roto esa estructura. Procuremos ser, en cambio, como se definió a sí mismo Neruda: "Me llamo Pájaro Pablo, ave de una sola pluma". Nuestro deseo? Que Ustedes y nosotros rompamos el cascarón, tantas veces como sea necesario... Aquí va en este día de hoy uno de los textos más bellos de Herman Hesse, que justamente nos habla de esto:

"No soy un hombre que sabe. He sido un hombre que busca y lo soy aún, pero no busco ya en las estrellas ni en los libros: comienzo a escuchar las enseñanzas que mi sangre murmura en mí. Mi historia no es agradable, no es suave y armoniosa como las historias inventadas; sabe a insensatez y a confusión, a locura y a sueño, como la vida de todos los hombres que no quieren mentirse más a sí mismos.

La vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo, la tentativa de un camino, la huella de un sendero. Ningún hombre ha sido nunca por completo él mismo; pero todos aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros, cada uno como puede. Todos llevan consigo, hasta el fin, viscosidades y cáscaras de huevo de un mundo primordial. Alguno no llega jamás a ser hombre, y sigue siendo rana, ardilla u hormiga. Otro es hombre de medio cuerpo arriba, y el resto, pez. Pero cada uno es un impulso de la Naturaleza hacia el hombre. Podemos comprendernos unos a otros, pero sólo a sí mismo puede interpretarse cada uno."


Virginia Gawel & Eduardo Sosa,
directores del Centro Transpersonal de Buenosa Aires
http://pensamientosensible.blogspot.com

No hay comentarios.: