martes, mayo 19, 2009

El café no es tan malo como se pensaba


Nuevas investigaciones dicen que previene la diabetes, los accidentes cerebrovasculares y la cirrosis. Muchos fumadores lo beben y los viejos estudios no hacían diferencia entre sus efectos y los del tabaco.

Fuente: clarin.com

Buenas noticias para los bebedores de café. Por lo que parece, la deliciosa infusión, que alguna vez se consideró perjudicial para la salud, ahora resulta ser una bebida de escaso riesgo y hasta beneficiosa. Podría brindar protección contra la diabetes, el cáncer de hígado, la cirrosis y el mal de Parkinson.

¿Qué pasó?
Hay muchos estudios nuevos, además de reconocerse que las investigaciones negativas anteriores no discriminaban entre los efectos del café y los del cigarrillo: muchos bebedores de café también eran fumadores. Los nuevos datos son:

Diabetes: veinte estudios realizados en distintos países indican que el café, tanto el común como el descafeinado, reduce el riesgo de diabetes de Tipo 2, según algunas investigaciones hasta un 50%. Señalan que es debido al ácido clorogénico, uno de los muchos ingredientes del café, que retarda la captación de glucosa. El ácido clorogénico también puede estimular la GLP-1, una sustancia química que aumenta la secreción de insulina, la hormona que acompaña al azúcar de la sangre al interior de las células. Pero hay otro ingrediente, la trigonelina, una precursora de la vitamina B3, que puede contribuir a retardar la absorción de glucosa.

Trastornos cardíacos y accidentes cerebrovasculares: estudios recientes sugieren que el consumo frecuente de café no aumenta el riesgo de ninguno de los dos. En realidad, el café podría reducir levemente el riesgo de un ACV. Un estudio que apareció en marzo en la publicación Circulation analizaba datos sobre más de 83.000 mujeres mayores de veinticuatro años. Indicaba que las que tomaron entre dos y tres tazas de café por día tuvieron un 19% menos de riesgo de ACV que las que casi no tomaron café. Otro estudio llegó a conclusiones similares en el caso de los hombres.

Cáncer de hígado: los estudios muestran una disminución del riesgo asociada al café. Hay también algunas pruebas, no son concluyentes, de que puede reducir el riesgo de cáncer de colon.

Cirrosis: el café parece proteger al hígado de la cirrosis, sobre todo la que es consecuencia del alcoholismo. No queda claro, ni en el caso del cáncer ni en el de la cirrosis, si el elemento protector es el café o la cafeína.

Mal de Parkinson: la cafeína es el elemento beneficioso. Varios estudios indican que los bebedores de café, sobre todo los hombres, parecen tener un riesgo de Parkinson 50% menor que los que no toman café. El efecto benéfico alcanza también a las mujeres que no toman hormonas tras la menopausia.

Rendimiento atlético: es la cafeína, no el café per se, la responsable de la mejora en este terreno. Alguna vez el Comité Olímpico Internacional consideró que la cafeína era una sustancia controlada. La cafeína es un poderoso "agente ergogénico", lo que significa que favorece la capacidad de trabajo muscular. Los estudios indican que la cafeína mejora el desempeño atlético, tanto el breve como el prolongado. Antes se pensaba que la cafeína funcionaba estimulando la liberación de azúcar (glucógeno) en los músculos, pero la investigación reciente sugiere que contribuye a que los músculos liberen calcio, lo que permite que se contraigan con más fuerza.

Un último consejo: hay que tener cuidado con el café no filtrado. El café de filtro es mucho mejor porque el filtro de papel retiene una sustancia llamada cafestol, que hace subir el colesterol "malo". El café de filtro no tiene efecto alguno sobre el colesterol, ya sea el bueno o el malo.

Traducción: Joaquín Ibarburu

No hay comentarios.: