sábado, agosto 25, 2007

Las Ausencias

Las "ausencias" son como luces que se van apagando, y no siempre nos acostumbramos a vivir en esa semioscuridad... a movernos, a desenvolvernos, a seguir caminando en esa claridad disminuida, en esa penumbra.

No sé cómo se puso a depender el corazón, que tiene tan ancha plenitud, de una vida tan corta, tan riesgosa, tan frágil.


Las heridas de ofensas pueden curarse... pero las hondas, las que nos sacuden, permanecen.

Hay corazones a los que las heridas les sanan mas fácilmente, y otros a los que nunca se les cierran... ni con parches, ni pegamentos, ni componendas, ni puntadas... ¡Nada! Dejan a uno mansamente rebelde, impotentemente conforme, obligadamente resignado... pero nada más.

El dolor al máximo, es una incurable dolencia. Quizás la fe sirva de dique para impedir un desbordamiento, pero no quita la sensibilidad para impedir las lágrimas, ni el dolor a flor de piel, ni la opresión de desfallecer en muchos momentos.

Con un esfuerzo sobrehumano sigues en pie, pero en el fondo te sigues tambaleando.

Con un esfuerzo sobrehumano buscas el sol, pero en el fondo no puedes atrapar la luz.

Con un esfuerzo sobrehumano quieres subir, pero en el fondo hay un peso de dolor que te hunde.

No lo entiendes más que lo que pasa.

Y no lo supera más que el que se pone en manos de Dios.

Zenaida Bacardí de Argamasilla
http://www.motivaciones.org

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