miércoles, agosto 15, 2007

Nacimiento

El hospital publico, ubicado en el barrio mas copetudo de Rio de Janeiro, atendía a mil pacientes por día. Eran, casi todos, pobres o pobrísimos.

Un médico de guardia contó a Juan Bedoian:

-La semana pasada, tuve que elegir entre dos nenas recien nacidas. Aqui hay un solo respirador artificial. Ellas llegaron al mismo tiempo, ya moribundas, y yo tuve que decidir cual iba a vivir.

Yo no soy quien, - pensó el medico - que decida Dios.

Pero Dios no dijo nada.

Eligiera a quien eligiera, el médico iba a cometer un crimen.

Si no hacía nada, cometía dos.

No habia tiempo para la duda. Las nenas estaban en las últimas, ya yendose de este mundo.
El médico cerro los ojos. Una fue condenada a morir, y la otra fue condenada a vivir.


Extraído del suplemento dominical "Viva" del diario Clarin

No hay comentarios.: