sábado, septiembre 01, 2007

Cuenta la antigua leyenda que un niño que estaba por nacer le dijo a Dios:

-Dicen que me vas a enviar mañana a la tierra pero ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?

-Entre muchos ángeles te escogí uno para ti, que te está esperando, él te cuidará.

-Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz. Y ¿cómo
entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma en que hablan los hombres?

-Tu Ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.

-Y ¿qué haré cuando quiera hablar contigo?

-Tu Ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar.

-He oído que en la tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá?

-Tu Ángel te defenderá aún a costa de su propia vida.

-Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.

-Tu Ángel te hablará de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.

En ese instante una paz reinaba en el cielo, pero se oían voces terrestres y el niño presuroso repetía suavemente.

-Dios mío, si ya me voy dime su nombre. ¿Cómo se llama mi ángel?

-Su nombre no importa; tú le dirás MAMÁ...

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